Espacio Muégano invita al teatro en pleno carnaval:
De la vulnerabilidad de algunas de nuestras pequeñas grandes empresas
Primer boceto de la obra escrita por Santiago Roldós y codirigida por él y Pilar Aranda para UmaMinga Grupo Teatral de Argentina.
Con Florencia Suárez Bignoli, Gabriela Julis, Maite Velo y Verónica López Olivera
Lugar: Espacio Muégano Teatro, Vacas Galindo 1308 y Guaranda
Fechas y horarios: Lunes 16 de febrero, dos presentaciones, 18h00 y 20h00
Adhesión libre sugerida
Sobre la vulnerabilidad de algunas de nuestras pequeñas grandes empresas
En 2013 Muégano Teatro fue invitado a presentar “Karaoke Orquesta Vacía” y a impartir un taller de dramaturgia en el 2º. ELTI (Encuentro Latinoamericano de Teatro Independiente) de Buenos Aires, organizado por UmaMinga Grupo Teatral. Ahí nació una potencia, a partir de intereses comunes en torno a la ética, la política, la estética y los procesos de tradición y ruptura del teatro de grupo en nuestro continente. Por eso, cuando en 2014 UmaMinga nos propuso escribirles y dirigirles una obra, no lo dudamos un segundo. Después sí, ha habido en cada una de nostras todas las dudas, todos los sueños, todas las inquietudes del mundo… De eso se trata la potencia: de entrar en crisis, extrañarse, extralimitarse y excederse.
La obra, en ese sentido, es un exceso y una falta, hecha a contramano del sentido común y la rutina, y se organiza a partir de la desorganización, el caos, la memoria, la música, la parodia y la filosofía, antes que desde una cierta trama.
Segismunda y sus distintas evoluciones Pokémon: la maestra Grotoska; su Coro de Maestras Cebúes; El Muchacho Envejecido, candidato eterno a defenestrarse a sí mismo; el Libertador venezolano y las mismísimas carabelas de Colón, etc.; han salido a caminar por la cintura cósmica de su depresión, en aras de fundar La Realidad, un club con trascendencia social, fotos en los diarios y proyección humanística.
Una farsa sobre lo que nos hacen los simulacros del poder y los afectos, y las ilusiones de lo que Bergman llamó nuestras mejores intenciones.
Santiago Roldós
