lunes, 6 de octubre de 2014

Casa Cino Fabiani: Nuevas puertas para la cultura. Fuente www.larevista.ec

Historia de una casa patrimonial del barrio Las Peñas transformada en un centro cultural. Arnaldo Gálvez es su propietario.
Arnaldo Gálvez a la entrada de la casa donde se realizan diversas manifestacioneArnaldo Gálvez a la entrada de la casa donde se realizan diversas manifestaciones artísticas.Esa casa tiene historia y arte vivo por dentro. Si uno camina por Numa Pompilio Llona, la única calle del barrio Las Peñas, debe detenerse ante el portón 196. Eso hice yo, el sábado anterior, para conocer por dentro la casa Cino Fabiani de la mano del guayaquileño Arnaldo Gálvez Vera, un ingeniero comercial que a sus 41 años lo encuentran transformado en un apasionado gestor cultural.
Si bien, el primer evento cultural de este nuevo espacio fue en el 2009. La historia de casa Cino Fabiani comienza muchos años atrás, me la cuenta Gálvez mientras la recorremos de arriba abajo. Como toda casa antigua de madera, a cada paso que uno da suena como un eco de sus más antiguos habitantes. Pintada en su interior con colores intensos. Cada espacio, pared o rincón está decorado por obras de arte contemporáneo y antigüedades.
“Soy la cuarta generación de mi familia viviendo en esta casa”, dice Arnaldo iluminado el mediodía. En 1934, la casa fue comprada por su bisabuelo italiano Luigi Cino San Giovanni, quien tuvo dos hijas y un hijo; esas dos hijas, su tía Chita y su abuela Lina, vivieron en esa casa toda su vida. Cada una tuvo una hija, una es Cecilia Vera Cino, su madre.
De niño vivió en Urdesa pero recuerda que todos los domingos, visitaban esa casa. “Mis memorias de infancia son con mis abuelas en la cocina haciendo ñoquis, comiendo espaguetis, soy cafetero porque a las 4 de la tarde me daban una enorme taza de café pasado y yo le ponía un pan con azúcar, ese era mi snack”, evoca.
Esa casa familiar lo marcó. En el 2007, cuando regresó de Argentina, se hizo cargo de esa edificación que había estado desocupada por cerca de 20 años. Para entonces el Municipio había restaurado la fachada y las bases. Recuerda que uno de sus últimos inquilinos –a partir de 1983- fue el pintor alemán Ricardo Florsheim, en la planta funcionaba su galería de arte y vivía con su familia en la planta alta.
Restaurar esa amplia casa de madera fue un proceso de años en los que invirtió parte de su salario de la Superintendencia de Compañías donde trabajaba entonces. “Yo soy de los años 80, cuando te obligaban a hacer plata, no había opciones –refiere con una sonrisa tatuada en el rostro enmarcado por los lentes y coronado en una cabeza rapada a cero-, si decías: quiero ser gestor cultural, te respondían: Ya, pero después de una profesión de verdad”.
La reconstrucción de la casa fue de arriba hacia abajo. El ático –sitio vetado en su infancia porque tenía el piso podrido– lo adecuó con todas las comodidades y se convirtió en sitio de reunión con sus amigos.
Día tras día, la casa Cino Fabiani iba convirtiéndose en un personaje interesante de madera noble. Todo cambió una noche del 2009 cuando Alejandro Fajardo y Jaime Tamariz le proponen: “Queremos hacer una obra de teatro en tu casa, una cosa entre amigos, algo chico para hacer algo cool y yo: perfecto: hagámoslo –manifiesta-. Eso fue el despertar de muchas cosas: de la carrera de Jaime, de la casa, y mi interés de que esto se siga fomentando”. La primera obra fue El amante, del premio Nobel de Literatura 2008, Harold Pinter. El director, Tamariz; los actores: Fajardo junto a Alejandra Paredes. Pondera las excelentes performances de los actores, las once funciones repletas con público haciendo cola para entrar. Es cuando nace Daemon, la productora de Jaime Tamariz y Denisse Nader que después de montar obras en los teatros Centro de Arte y Sánchez Aguilar, ahora realizan microteatro.
Arnaldo resalta algunos eventos que se han ido dando. En el 2010 la casa fue locación de Sin otoño, sin primavera, película de Iván Mora Manzano; acogió la instalación de David Federico Palacios, artista graduado en el ITAE; María Inés Plaza, como curadora, trajo de Alemania De los letargos felices, una muestra vanguardista de dibujos, diseños, fotos.
También desde el 2012 hasta la actualidad para las fiestas de julio, un grupo de jóvenes artistas del ITAE expone en el interior de la casa, mientras afuera se da la tradicional exposición de Las Peñas. “Creo que hay que renovarse o morir”, asegura. El año pasado cuando Chevy Muraday y Alberto Velasco realizaron Cenizas, obra de teatro y danza que se desarrolló en varias áreas de la casa, surgió la idea de realizar Habitación 42, de Víctor Boira, con actuación de Alejandro Fajardo y dirección de José Burgos. “Alejandro tiene un performance maravilloso –asevera-, mucha gente salió abrumada, pero feliz”.
Ese sábado, finalmente junto al gran portón, Arnaldo Gálvez define: “La casa Cino Fabiani es una propuesta válida, dentro de un espacio alternativo, que es ver arte valedero dentro de una casa, porque esto es una casa”, afirma con una sonrisa.

AGENDA - CINO FABIANI

“Me encanta el tren de cultura que hay en Guayaquil. Este es el mejor momento cultural de la ciudad”, dice Gálvez. Así del 6 al 14 de octubre se realizarán dos talleres de actuación con la técnica Meisner, a cargo del director norteamericano Steven Ditmyer (foto). Informes al 099-407-6843.
Del 6 al 29 de noviembre, el grupo Actantes, dirigido por el actor Víctor Aráuz (foto), pondrá en escena la obra Toda esta larga noche, historia de cuatro mujeres encerradas en un sótano durante la dictadura de Pinochet.
“Aráuz tiene su parte comercial, es muy popular, pero también quiere hacer obras con mucho valor”, afirma Gálvez.
La próxima meta de Gálvez es producir una obra del escritor guayaquileño Miguel A. Chávez (foto). “Él dice que no es una obra del absurdo, pero sí lo es y por ahí vamos”.
Su desafío será presentarla durante la temporada playera, en los fines de semana cuando la gente migra a los balnearios.
Casa Cino Fabiani: 099-950-5490. En TwitterFacebook e Instagram (casacinofabiani)