miércoles, 12 de marzo de 2014

Cada año, en el marco de la celebración religiosa de Domingo de Ramos se destruyen cientos de especies de palma de cera, planta de lento crecimiento, árboles de más de 100 años que llegarían fácilmente a los 25 metros de altura, pero que lamentablemente son deforestados, afectando a los ecosistemas cercanos.
La desaparición de la palma de cera implicaría la extinción del Loro Orejiamarillo y del Perico Cachetidorado, dos de las especies de loros más extrañas y amenazadas de Ecuador, pues esta planta es su principal sitio de anidación y fuente de alimento.
Por esta razón, el Ministerio del Ambiente presena su campaña “Tradición y conservación van de la mano”, que tiene como principal objetivo sensibilizar a la comunidad católica y a la sociedad, en general, sobre la importancia de